Sabemos que en Latinoamérica los sueños parecen más difíciles de alcanzar. Muchos países tenemos economías frágiles, que limitan las alternativas para lograr nuestras metas, lo que nos hace más vulnerables a ser presas de prácticas deshonestas de instituciones o empresas que toman ventaja de estas condiciones.
Sería difícil decir que alguno de nosotros no ha caído en una propuesta atractiva que ofrece una solución “milagrosa”, que al final resultó con letras chiquitas que posibilitaron un fraude. Esto, aunado a los grandes vacíos en nuestras legislaciones y la gran impunidad que predomina, nos hace vivir con una enorme desconfianza.
Lamentablemente empezamos a creer que no hay salida a nuestra realidad y que las mejores oportunidades están fuera de nuestro alcance. Entonces, el miedo toca nuestra puerta y se asegura de protegernos, impidiendo que nadie más entre y abuse de nuestra confianza. Es imposible ignorar que tenemos grandes razones para dudar.
Sin embargo, sabemos que existen países donde las normas jurídicas son más sólidas. Las corporaciones y empresas son más éticas y éstas sí cumplen con los resultados que prometen. Lo que muchas veces nos ha hecho aspirar y desear tener estos servicios o productos a nuestro alcance.
Microverse ha logrado acercar una nueva realidad a mercados latinoamericanos ofreciendo una educación de alto nivel en desarrollo de software para facilitar el acceso a oportunidades laborales globales. Es una empresa constituida en San Francisco, California; respaldada por inversionistas como Paul Graham, Paul Buchheit (creador de Gmail), Kevin Hartz (fundador de Evenbrite) y Erica Brescia (COO de Github).
Estamos orgullosos de tener estudiantes en más de 100 países, de los cuales el 85% consiguen trabajo en menos de 3 meses después de completar el programa. Nuestro principal motor es mejorar su calidad de vida obteniendo empleos internacionales en empresas como Microsoft, Huawei, MercadoLibre, Globant, HSBC, Deloitte, entre otros; y casi triplicando sus ingresos.
En Microverse sabemos que debido a la situación económica de nuestros países, el tener acceso a oportunidades formativas de este nivel muchas veces resulta inaccesible para la gran mayoría. Y a la vez, somos conscientes que a mediano y largo plazo sería insostenible para la escuela ofrecer una solución gratuita.
Considerando este contexto, buscamos una alternativa para acercar nuestro programa a los jóvenes más talentosos, garantizando que ellos no estén condicionados a pagar por adelantado o adquirir una deuda con intereses para tener acceso a una educación de nivel mundial. Descubrimos que desde hace tiempo en Estados Unidos, existe un modelo en el que los estudiantes establecen un acuerdo de ingreso compartido con las instituciones educativas. Es decir, los estudiantes pagan por sus estudios una vez que han obtenido empleo. Lo que nos llevó a traer esta oportunidad a estudiantes de otros países. El nuevo modelo permite a nuestros estudiantes comenzar a pagar por sus estudios internacionales hasta que la formación que damos les da resultados y obtienen un empleo en tecnología con un salario mensual de al menos $1,000 USD.
El que en Latinoamérica no hayamos tenido antes estas oportunidades, no es porque no lo mereciéramos, sino porque estas opciones no estaban accesibles para nosotros. En Microverse apostamos por un modelo transparente, honesto, ético y justo, que al fin permite que los sueños se puedan alcanzar. Estamos comprobando que es posible vivir un nuevo paradigma, donde las condiciones de nuestro país de orígen ya no marcan más nuestro destino.